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domingo, 3 de febrero de 2013

Expansión educativa, empleo de las mujeres y cambio familiar

"La creación de un Estado de derecho con igualdad de derechos para hombres y mujeres, la modernización de la economía española, en particular su terciarización, el control voluntario de la fecundiad y el consumo de masas forman un contexto que promueve el trabajo remunerado de las mujeres."

"La creciente incorporación de las mujeres al empleo también es el resultado de la expansión educativa en un contexto de desarrollo del Estado de bienestar español (Garrido 1993). Estos cambios han facilitado el cambio del rol público de las mujeres."

Consecuencias:

La prolongación de los estudios hace posponer el emparejamiento y la fecundidad, y aumenta los costes de oportunidad de contraer matrimonio y tener hijos para las mujeres con niveles educativos altos (Baizán, Aassve y Billari 2003).
"Otra consecuencia de los cambios educativos y laborales experimentados por las jóvenes generaciones de mujeres españolas son los cambios en las relaciones entre cónyuges. Se observa una democratización de las relaciones de poder, una mayor igualdad en l división del trabajo doméstico y una mayor incidencia de la ruptura familiar."

El aumento del nivel educativo de las mujeres tiene consecuencias muy significativas, ya que las mujeres con niveles educativos altos suelen tener tasas de ocupación más altas que la media y siguen pautas de ocupación continua a lo largo del ciclo vital, similares a las masculinas (Garrido 2004).

Las nuevas generaciones interrumpen menos que las antiguas y cuando interrumpen es más fácil que puedan volver a acceder al mercado de trabajo (Garrido 1993, González 2001).

"El abandono del trabajo extradoméstico guarda una estrecha relación con la presencia de hijos en el hogar, con su edad y su número. Son justamente las mujeres con enseñanza obligatoria, pero también las que tienen educación secundaria, las que muestran tasas de ocupación muy influidas por el número de hijos que tienen, de modo que a mayor número de hijos, menor son sus tasas de ocupación, sobre todo en los tramos de edad de 30 y 44 años. La influencia del número de hijos es mucho menor en la ocupación de las mujeres universitarias en esos tramos de edad. El efecto más grande lo ejerce tener niños menores de tres años (González 2001).

El tipo de parejea y el tipo de hogar influye en las pautas de empleo. En las parejas en la que el hombre tiene mayores recursos de mercado (medidos a través del nivel educativo o del estatus ocupacional) que la mujer, la pareja tiene una mayor propensión a seguir una pauta de división del trabajo tradicional independientemente del nivel educativo de la mujer, de su tipo de contrato laboral previo y del núero y edad de los hijos, aunque esta pauta se acentúa si hay niños menores de tres años (Gonzáles 2001, Carbonero 1997).

Otro estudio muestra la importancia de los abuelos en la continuidad de la carrera laboral de la madre, ya que cuando hay abuelos presentes en el hogar, la probabilidad de abandono del trabajo extradoméstico es menor (Alba y Álvarez 2004).

La irrupción de las mujeres en la esfera pública, educación y trabajo remunerado no ha sido acompañada por la correspondiente corresponsabilización de los hombres de las tareas no remuneradas (tesis de las dos velocidades). Esta situación hace que las mujeres tengan que buscar estrategias de conciliación de la vida familiar y laboral que consisten principalmente en:
- Abandonar el trabajo remunerado o reducirlo.
- Reducir el número de hijos o incluso desistir de tener hijos.
- Buscar sustitutas remuneradas (servicio doméstico) o no remuneradas (familiares) para las tareas del hogar y de cuidados a familiares dependientes.


 Bibliografía:
González, Juan Jesús, y Requena, Miguel (eds.) Tres décadas de cambio social en España. Capítulo 3- Las nueveas familias españolas, por Teresa Jurado. Alianza Editorial.

 
  

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