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lunes, 29 de abril de 2013

Asistencia, Tratamientos y Servicios para el Cuidador de enfermo de Alzheimer



¿Qué tipo de asistencia requerirá la persona con enfermedad de Alzheimer?


En un principio, la persona puede necesitar ayuda para recordar nombres, fechas, palabras, indicaciones y el lugar donde se encuentran distintos objetos. 

Posteriormente, requiere asistencia en algunas actividades diarias, como cocinar, limpiar y hacer la compra y, en las fases finales, para vestirse y asearse. Por motivos de seguridad, se hace preciso acompañar a la persona en todo momento, limitando así los efectos de la desorientación, la confusión y la frecuente conducta errante.

En las fases de mayor gravedad se hace patente la afectación física de la enfermedad y el paciente requiere ayuda para caminar, ir al aseo y puede quedar confinado en una cama o silla de ruedas. 


Debido a las exigencias cada vez mayores, a menudo es preciso que uno o más cuidadores visiten el domicilio del paciente para colaborar en las tareas diarias, ofreciendo también tiempo libre para la persona que cuida al enfermo. Incluso cuando se recibe ayuda exterior, la situación se torna demasiado pesada en el domicilio y hace necesario el ingreso del paciente con enfermedad de Alzheimer en un centro especializado en el que pueda recibir asistencia durante todo el día. 




Tratamientos no farmacológicos


1. Estimulantes cognitivos: Se utilizan técnicas de orientación de la realidad y la reeducación de la memoria con el fin de restablecer al paciente con deterioro cognitivo.

2. Terapia individual y de grupo: Tratamiento orientado a la estimulación y el desarrollo de terapias sociales o recreativas expresivas, como el ejercicio o el baile ya que les agrada cantar canciones familiares, himnos, o tocar instrumentos musicales. Los grupos de apoyo pueden ser útiles cuando estos están moderadamente afectados.

3. Auto-expresión y trabajos manuales: Disfrutan cuando se les ofrece la oportunidad para la autoexpresión como la pintura, el dibujo, arreglar las plantes o hacer trabajos manuales.

4. Jugar con los niños: Puede ser muy productiva siempre que el cuidador controle el comportamiento del paciente.

5. Revistas, cuentos, libros de dibujos: Es recomendable dedicar un tiempo prolongado con la persona mirando las fotos y dándole oportunidad para observar revistas de viajes, y luego recorte los dibujos de las escenas favoritas.

6. Lectura: Leer cuentos, periódicos, revistas o relatos agradables les ayuda a sentirse mejor y a mantener la escucha activa.

7. Juegos de selección: Los pacientes desean seguir los juegos que anteriormente realizaba de una forma más simple.

8. Trabajar con telas o prendas de vestir: Se le da la oportunidad al paciente de que doble la ropa, o trabaje con recortes de tela con el que realizar trabajos manuales.

9. Observación y excursiones: Acuda con el paciente a eventos deportivos, paseen en el coche, salgan a cenar, al parque o a los museos, o vean una película juntos.




Servicios para el Cuidador


Ø Servicio de Acogida: proporciona información, orientación y seguimiento del caso.

Ø Servicio de Apoyo Psicológico: para canalizar el estrés emocional y adquirir habilidades sociales.

Ø Grupo de Ayuda Mutua: Espacio dedicado y formado por familiares, para compartir experiencias y no sentirse solo.

Ø Unidades de Respiro y Psicoestimulación: De estancia diaria, donde combina con otras actividades.

Ø  Préstamo de Ayudas técnicas: sillas de rueda.

Ø  Desarrollo de Programas: Programa "Cuidarse"

Ø  Voluntariado: Apoyo en acompañamiento en el domicilio del paciente.

15 puntos clave para Cuidar a un Enfermo de Alzheimer



  1. Seguir una rutina diaria. Asegurarse de que hayan muchos objetos familiares alrededor.
  2. Mantenerse al tanto de dónde está el paciente, y de su seguridad. Un método que algunas familias usan para prevenir que el paciente extravíe, es ponerle campanas a todas las puertas que den al exterior.
  3.   Asegurar que el paciente coma bien y beba una abundancia de líquidos.
  4. Ayudar al paciente a que se mantenga lo más independiente posible por el mayor tiempo posible.
  5. Proporcionar oportunidades para que el paciente haga ejercicios regularmente y no se olvide de la recreación.
  6. Seguir relacionándose con los amigos y la familia. 
  7. Emplear ayudas escritas para la memoria como calendarios y grandes relojes, listas de las tareas diarias, recordatorias acerca de las rutinas o medidas de seguridad e identificando las etiquetas en los objetos que pueden olvidarse.
  8. Asegurarse que el paciente se haga chequeos regulares.
  9. Hacer planes por adelantado para las necesidades futuras como la atención de reposo o la colocación en hogares para convalecientes.
  10. Dar mucho apoyo emocional al paciente y a todos los prestadores de asistencia.
  11.  Asegurarse que el paciente tome los medicamentos regularmente, si se prescriben.
  12. Asociarse a un grupo de apoyo para los miembros de la familia.
  13. Pedir ayuda con las finanzas, arreglos legales, asesoramiento diario, temas emocionales, atención de reposo o arreglos del hogar para convalecientes para cuando se necesite.
  14. Revisar el hogar en cuestiones de medidas de seguridad, como barras en la pared cerca de la taza del baño y la bañera, luces nocturnas en los pasillos y en las escaleras, alfombras no resbaladizas, etc.
  15. Asegurarse que todos los profesionales sanitarios tengan una lista completa de todas las recetas y todos los medicamentos sin receta del paciente.

Señales de Alerta, Diagnóstico y Problemas cotidianos en la enfermedad del Alzheimer




¿Cuándo acudir al médico? 10 señales de Alerta
  1.  Pérdida de la memoria que afecta a la capacidad laboral (citas, nombres, números de teléfono).
  2. Dificultad para realizar tareas domésticas (preparación de comidas)
  3. Problemas con el lenguaje (olvido y sustitución de palabras).
  4. Desorientación en el tiempo y lugar (olvido de la fecha, perderse).
  5. Juicio pobre o disminuido (vestidos inapropiados, conductas anómalas).
  6. Problemas con el pensamiento abstracto (olvido del significado del dinero)
  7. Cosas colocadas en lugares erróneos (la plancha en la nevera).
  8. Cambios de humor o de comportamiento (alegría o enojo)
  9. Cambios en la personalidad (suspicacia, temor)
  10. Pérdida de iniciativa (necesidad de estímulos constantes).


¿Cómo se diagnostican las demencias?

El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa en una combinación de pruebas y exámenes. Debe diferenciarse de los olvidos ocasionales que se presentan normalmente con la vejez, y también de los vinculados con la depresión, la desnutrición y los efectos secundarios de los medicamentos, que pueden provocar síntomas semejantes a los de la etapa inicial de eta enfermedad. 

Por lo general, el médico inicia la evaluación mediante la historia personal, el examen físico y la valoración delas capacidades cognitivas del paciente.
En el caso de que el médico decida realizar una prueba de evaluación de la enfermedad de Alzheimer, el examen incluirá una evaluación médica y personal, además de diversas pruebas neurológicas y neuropsicológicas. 

La evolución de la demencia incluir entrevistas con familiares y otras personas que tengan estrecho contacto con el paciente.


Los problemas cotidianos

Ø  Problemas de comunicación: El enfermo de Alzheimer sufre cambios que alteran este proceso. Inicialmente olvida el lenguaje corriente (no encuentra la palabra adecuada, confunde vocablos, etc.); luego la información verbal pierde significado para él y, por último, los problemas para articular los sonidos pueden conducir al mutismo.

Ø Problemas de orientación: Poseen dificultades para identificar el tiempo, el espacio y posteriormente, su propia identidad. Son frecuentes lso problemas para reconocer el sitio en el que se encuentra, para localizar su domicilio, para seguir caminos frecuentados anteriormente, para aproximar o conocer una hora y fecha, etc.

Ø Problemas de reconocimiento de personas y objetos (Trastorno sensorial “agnosia”): En ocasiones puede que identifique el estímulo pero el daño cerebral impide recordar cómo se nombra y para qué sirve. En fases avanzadas no nombrará a sus cuidadores habituales y les tratará como extraños. Puede olvidar sus datos personales, puede que tampoco sepa reconocer sus propias necesidades y por tanto, que no solicite ayuda (sed, frío, dolor).