Las
realidades sociales se caracterizan por su complejidad: son numerosos los
factores que constituyen un fenómeno social (o cuestión y problema sociales) y,
además, esos factores pueden estar relacionados entre sí en una red múltiple e
intrincada de relaciones. En el planteamiento de la investigación, y al
formular objetivos e hipótesis, el estudiosa ya ha constatado esa diversidad y
complejidad.
El
investigador en una nueva tarea también se ha decido por aplicar una u otra
técnica y los instrumentos correspondientes (cuestionario, ficha de la
entrevista, etc.). En la confección de esos instrumentos de recogida de
recogida de información –y antes, por tanto, de proceder a aplicar los mismos a
los mismos a la población objeto d estudio (o realizarse el trabajo de campo) –
aquél también ha debido prever y preparar el sistema o modo de cómo ordenar,
clasificar y organizar la variada información y lo numerosos datos que se van a
obtener.
En la
elaboración de los cuestionarios o fichas de entrevista se han tenido que
seleccionar las variables (aspectos a conocer
y sobre los que hay que peguntar), se habrá elegido el tipo de preguntas
a hacer (abiertas, cerradas, múltiples, etc.) y se habrán formulado los
enunciados (de manera clara y precisa), y si procede, se habrán categorizado
tales preguntas. Es decir, se habrá procedido a la categorización:
establecimiento de las posibilidades de respuesta o alternativas que se ofrecen
para que el encuestado elija la que corresponda a su situación u opinión.
Es también
en esta fase cuando (para poder detectar las posibles relaciones existentes
entre variables), el investigador establece y presenta –si bien las mismas ya
se adelantaron al formular las hipótesis- qué variables pueden estar relacionas
entre sí; esta tarea se denomina “cruce de variables”. Por ejemplo, la variable
“posibilidades de encontrar trabajo” está relacionada con las variables “edad”
y “cualificación profesional”.
Así mismo,
al preparar las preguntas (los ítems, las variables que configuran el
cuestionario o la ficha de entrevista), el observador procede a realizar las
tareas de “codificación” y a adelantar también cómo va a ser la “tabulación”.
Ya en la
preparación de los instrumentos con los que se van a recoger los datos (por
ejemplo, la confección de un cuestionario), habrá que tener en cuenta esas
tareas importantes, de manera que los datos puedan ser posteriormente manejables,
inteligibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario