1.
Introducción
Los conflictos son un fenómeno que nos acompañan a lo
largo de nuestra vida y que afecta a la vida de todas las personas y sociedades
que estas conforman.
Son a la vez
referencia vital, de evolución y progreso en unas ocasiones, y de involución en
otras.
Resolver
conflictos, conciliar, mediar o simplemente ayudar a que estos sean resueltos
por las mismas partes implicadas, es una de las actividades humanas implícitas
en todas las formas sociales de relación.
Todas las
culturas disponen de formas tradicionales de gestionar sus conflictos.
Entre otras
cosas, es importante tener en cuenta, que cuando dos partes entran en
conflicto, el problema, no se halla en el objeto de la disputa, sino en las
personas que la protagonizan, en su estado de ánimo o en el desarrollo de su
relación.
2.
El
Conflicto: su definición
No existe una única palabra para definir el concepto,
puesto que se trata de un concepto multidimensional. Como ocurre con todos los
conceptos de las ciencias psicosociales, lo que se entiende por conflicto no es
unánime, sino que más bien se trata de una serie de ideas con rasgos comunes y
matices diferenciados.
Para Smith y
Mackie (1995), el conflicto es una percepción que tienen las partes en
interacción sobre la incompatibilidad de las metas, de tal forma que lo quiere
una de las partes es considerada por otra como perjudicial.
“Situación
compleja en al que unos “actores” bien persiguen metas diferentes o defienden
valores contradictorios o tienen intereses opuestos o distintos, o bien persiguen
de forma simultánea y competitiva una misma meta, siendo común en estas
situaciones la pretensión de querer controlar la conducta del oponente, ya sea
como medio para conseguir los objetivos, ya sea como objetivo mismo” (Touzard,
1981).
Moore plantea
que el conflicto puede tener también su lado positivo; el que promueve la
comunicación, la solución al problema, y cambios positivos para las partes
involucrados” (Coser, 1956; Deutsch, 1973).
Para hablar de
conflicto deben darse las siguientes circunstancias:
- Que haya interacción de al menos dos individuos
o grupos.
- Que se perciba o exista una incompatibilidad
entre las metas, conductas, intereses o valores propios y del otro.
- Que se perciba una situación como injusta o
incompatible por al menos una de las partes.
2.1
Causas del conflicto.
Moore (1994) clasifica el conflicto atendiendo a las
causas que los generan:
1. Conflictos por problemas de relación: Se deben a
fuertes emociones negativas, percepciones falsas o estereotipos, a escasa o
falsa comunicación o a conductas negativas repetitivas.
2. Conflictos por problemas de información: Surgen
cuando a las personas les falta información necesaria para tomar decisiones
correctas, interpretan de modo distinto la información, o tienen criterios de
estimación discrepantes.
3. Conflictos por problemas internos: Están
causados por la competición entre necesidades incompatibles o percibidas como
tales. Una de las partes cree que para satisfacer sus necesidades, deben ser
sacrificadas las de un oponente. Estos conflictos ocurren acerca de cuestiones
sustanciales (dinero, recursos físicos, tiempo, etc.), de procedimiento (la
manera de resolver el conflicto), o psicólogos (percepción de confianza, juego
limpio, deseo de participación, etc).
4. Conflictos por fuerzas estructurales: Son
causados por estructuras de relaciones humanas (escasez de recursos físicos o
autoridad, condicionamientos geográficos, de tiempo, estructuras organizativas,
etc.).
5. Conflictos por programas de valores: Surgen por
sistema de creencias incompatibles o percibidos como incompatibles (diferentes
modos de vida, ideología, religión). El conflicto surge cuando unos intentan
imponer por la fuerza a otro conjunto de valores, o pretenden que tenga
vigencia exclusiva.
2.2
La escalada del
conflicto
Cuando un conflicto tiende a enredarse cada vez más y
las partes adoptan una actitud de competición diremos que el conflicto está
escalando.
La escalada es la situación en al que progresivamente
las partes aumentan su nivel de enfrentamiento.
A partir de un momento dado, el conflicto se
estabiliza, ya sea por una situación de empate, por agotamiento de los recursos
de las partes o porque hayan llegado a la conclusión que lo que les conviene es
cooperar.
A partir de ahí el conflicto tiende a descender y diremos
que está “desescalando”.
2.3 Fases o Etapas de un conflicto:
Todo conflicto tiene una FASE DE INICIO, una FASE
CULMINANTE y una FASE DE DISTENSIÓN. Según las características de cada
conflicto, puede costar más o menos reconocer estas fases o etapas, y éstas
pueden ser de distinta duración. Existen dos tipos de clasificaciones:
1- Conflictos
Intrapersonales.
Ocurren dentro de la propia persona. Algunos ejemplos son los conflictos sobre objetivos, uso del tiempo, cuestiones morales o decisiones.
2- Conflictos
Interpersonales.
Estos son los más comunes. Ocurren entre dos o más personas. Por ejemplo, Gloria quiere usar el coche para ir al trabajo. Su
pareja pretende usar el coche para ir a un evento deportivo (conflicto sobre
recursos).
3- Conflictos
Intragrupales.
Conflictos de un grupo particular. Por ejemplo: Se puede producir en un Departamento Universitario en el que se disputa la selección del
Director. Todos los miembros están afectados por un conflicto. Por ejemplo, en
una familia cuando se programan vacaciones.
4- Conflictos
Intergrupales.
Ocurre entre grupos de diferente tamaño, incluyendo clubes, organizaciones, comunidades y naciones.
A su vez, los conflictos surgen por motivos personales,
intereses o creencias propias de la persona, y éstos condicionarán la evolución
y la gravedad del conflicto entre dos o más personas.
1. Conflictos de Relación/Comunicación:
Son aquellos que carecen de un móvil concreto o tangible. Pueden traducirse en
luchas, insultos, rumores, desvalorizaciones, malentendidos. Aparecen problemas
de percepción. La forma de afrontarlo es a través de expresiones en primera
persona y de aumentar el volumen de datos compartidos.
2. Conflictos de Intereses/Necesidades:
Son problemas de contenido, conflictos por recursos o por actividades. En este
caso la forma de afrontarlos es mediante la satisfacción de intereses y
necesidades a través de soluciones alternativas.
3. Conflictos de Preferencias, valores o
creencias: Para afrontarlos se precisa buscar valores superiores
compartidos por todos.