“La
familia se considera como una parte importante de la estructura social, ya que
es una institución que tiene múltiples relaciones con otros elementos
importantes de la estructura social como son el Estado y la economía. La
familia influye, por ejemplo en el campo de la economía, a través de la oferta
de mano de obra más o menos cualificada, a través de la demanda de bienes de
consumo o mediante las estrategias de colocación de sus miembros en la estructura
social.
Las desigualdades sociales y la movilidad social están muy marcadas por
el origen familiar de los individuos, ya que es en la infancia cuando se crean
las bases de las futuras oportunidades vitales de los individuos. Por un lado,
la familia favorece la continuidad de la estructura social mediante la
colocación de sus hijos en posiciones sociales que permitan garantizar o
aumentar el estatus social de sus miembros, y por otro lado, la familia y en
las mujeres en las últimas décadas, son actores importantes del cambio social.”
“Estos
cambios se pueden agrupar en dos bloques:
1) Los cambios en las ideas y expectativas sobre la
construcción de la propia biografía (cambio cultural).
2) Los cambios en los comportamientos y estrategias
familiares e individuales (cambio de comportamientos)
Teresa
Jurado expone 5 tesis sobre el cambio familiar en España:
1. El cambio familiar en España es más tardío y en muchos
aspectos más veloz que en otros países y sigue unas pautas propias.
2. Las nuevas familias españolas son en muchos aspectos
relativamente tradicionales y poco postmodernas.
3. Se pueden observar dos velocidades en el cambio familiar:
Cambios rápidos, protagonizados sobre todo por las mujeres, y Cambios lentos en
la división por género del trabajo doméstico y de la crianza.
4. El cambio familiar tiene como principal agente familiar a
las mujeres y a sus novedades estrategias frente a la educación, el empleo, el
emparejamiento, y la procreación.
5. La igualdad de
género en la esfera pública ha aumentado, pero lo ha hecho en menor medida en
la esfera privada, lo cual constituye un freno importante para aumentar la
igualdad de género en la esfera pública y aumentar la fecundidad.
“A
pesar de la alta velocidad del cambio familiar español, en el año 2000
persisten la mayoría de las particularidades españolas con respecto a la
segunda transición demográfica. Así, en España aún se dan unos niveles más
bajos de fecundidad fuera del matrimonio, de cohabitación prematrimonial, de
divorcio, de hogares unipersonales, de hogares monoparentales y de la tasa de
ocupación femenina entre los 25 y 54 años de edad” (Castro 2003).
Además,
España cumple con la teoría de la segunda transición demográfica: “la baja
fecundidad, el retraso en la emancipación familiar de los jóvenes y la edad del
primer hijo” (Requena 2004).
Bibliografía:
González, Juan Jesús, y Requena, Miguel (eds.) Tres décadas de cambio social en España. Capítulo 3- Las nueveas familias españolas, por Teresa Jurado. Alianza Editorial.
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